Relatos de un Príncipe y una Princesa
Posted by Juan Hector Alain Limon | Posted in
Érase una vez una Princesa…. Y un Príncipe (a huevo no podría faltar este), la princesa fue llevada al castillo del príncipe tras 30 minutos de caminata , pasaron a 2 tiendas , compraron soda (las legiones podrían morir de sed , pero la soda si existía), y ya en el castillo frondoso, rodeado de grandes árboles, el príncipe le propuso a la princesa ser su novia (después de haber pedido pizza por teléfono), a lo que la princesa le respondió cruel y despiadadamente “No , estas muy feo , no siento nada por ti , no me interesas”.
El príncipe no fue dolido por las palabras de la princesa…. La verdad era, que la princesa no le interesaba, tampoco quería meterle una media nuez y darle uso… noooo!!!!! , simplemente quería saber que pensaba la princesa de el.
La princesa pese a decirle que el no le interesaba, le pedía que la abrazara, pero mas pronto que lo que canta el Buffon real, ella negaba el abrazo y decía “crees que soy una plebeya para que me andes abrazando?!!!!”, seguido de un “Aun así, abrázame fuerte”.
El Príncipe cansado de el embrujamiento que había caído sobre princesa rana a medio convertir, dedujo que lo mejor era alejarse de ella , no fuera a ser que el encantamiento fuera contagioso, así que decidió llevarla a su casa a través de el bosque de asfalto craterizado, dejando a la princesa, en manos sanas “o algo semejante , su propio castillo”
Al día siguiente, el dragón de el Príncipe que tenia como guardián de su gran castillo comenzó a ladrar, logrando que el no tan agraciado pero poderoso príncipe saliera a correr a chingadazos a los de las cruzadas que solían llegar los días por la mañana, y cual sorpresa al ver a la princesa parada en la entrada con un gran obsequio para el príncipe.
Este se puso sus botas vaqueras y su pants estilo “en sus marcas…” y salio a recibir a la agotada princesa, ella le abrazo y le pidió disculpas, seguidas de un “mas aun así estas feo y no me gustas” que hizo que el Príncipe entendiera que realmente la princesa tenia un embrujo maligno sobre ella.
Pasaron los minutos y el príncipe pensó que la princesa era la bella durmiente…. E intento despertarla una y otra vez hehehehe….. Pero… la princesa dijo “no quiero ser tu novia” (diantres, hablaba entre sueños), y el le dijo “de hecho tu ya no me interesas”.
La princesa pareció afectada por la flama interna del dragón salvaje ese que se comió a la abuelita de caperucita azul, y salio hecha llama rumbo a su castillo….
Allí se termino la historia, la venganza de un príncipe feo, que en lugar de ser Sapo, decidió demostrarle lo rana que podría ser la princesa.
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